miércoles, junio 06, 2012

Espejo

Si hoy me preguntaras ¿que has hecho todos estos años? La respuesta seria larga, muy larga… tan larga que te invitaría un café, pondría mis ojos tristes que te dirían por favor escúchame y nos iríamos caminando juntas.

En cada paso quizás me atravesaría la duda de si realmente deseas saber que me ha pasado, cuanto he cambiado, como he aprendido, que he sentido, donde he estado, y con tantas preguntas revoloteando, tan solo vuelvo a rogar que regreses a mi.

Se descose mi mente y entre sus hilos sueltos, no sé que pueda pasar de nuevo entre tú y yo, la ignorancia me provoca miedo y sí, tengo miedo a perderte una vez más, por que tan solo en este momento quisiera estirar mi mano y rozar la tuya, no quedarme con la desaprovechada sensación de solo saber que caminas a mi lado, sino que aún puedo tocarte, que aún puedo sentirte, que vamos de la mano.

¿Cómo debo empezar? ¿Qué debo decir? Sigo con las dudas y aún no hablo de nada y mucho menos hago algo ¿Otra vez te vas aburrir? No, quizás solo te confundiré una vez más, soy sincera yo quería contarte y ahora me invade el silencio, ¡que absurdo! te vuelvo a encontrar para no poderme confesar.

Un paso, dos pasos… el frío rebota en nuestros rostros, se nos queda clavado con alfileres que me obligan a mantener la boca cerrada, otra vez se me olvido el compromiso, el indecible juramento, la efímera promesa, otra vez... ¡otra vez no!

Te recuerdo, te recuerdo, ¡carajo, ya no repitas tanto! Por qué recordarte si ahora estas a mi lado, por que no perdonar tu partida si fui yo quien te dio por corrida. Malditos los pasos que te hicieron huir, malditos los pasos que nunca te permitieron regresar.

¿Te preguntas dónde esta tu café? Acepto he mentido una vez, te suelto de la mano y te abandono, pues puede mas la costumbre de ya no encontrarte frente al espejo que volverte a perdonar.

by Miriam Cuéllar

No hay comentarios:

Publicar un comentario